RØYKEN VIDEREGÅEDE, VIKEN, NORUEGA
16-20 de mayo de 2022
Compartir estos días de Job Shadowing con compañeros noruegos sirve para mucho. Solemos tender a infravalorar lo que tenemos y a idealizar los sistemas educativos nórdicos, basados en hecho reales en su mayoría. Este período de observación que he podido desarrollar en RØyken también me ha servido para entender que lo que nosotros hacemos, tiene mucho mérito y lo estamos haciendo bien. ¿Dónde radican las diferencias entonces? La respuesta para mí está clara: la inversión económica, la organización, el cuidado y la flexibilidad.
Un país al que le importa su futuro invierte sin miramientos en su sistema educativo. Así lo hace Noruega, confiando en que cuanto mejor esté formado su alumnado, mejores ciudadanos serán. El centro de secundaria que he visitado RØYKEN VIDEREGÅEDE, está dotado de unas instalaciones maravillosas que permiten a toda la comunidad educativa desarrollar su trabajo, tanto alumnado como profesorado. Ofertan a sus casi 800 alumnos una amplia optatividad tanto en estudios generales (necesarios para la entrada a la universidad) como en la formación profesional (auxiliar de enfermería, peluquería, floristería, sistemas eléctricos). Ambos planes tienen una duración de 3 años. El objetivo es que cada uno de sus alumnos pueda elegir entre el mayor número de asignaturas para así, poder perfilar sus estudios de la manera más motivadora y formativa posible.
Un país que invierte también en tiempo, tan importante como el dinero. Tiempo para que el profesorado pueda reunirse con sus compañeros, mantener charlas sin cronómetros y así poderse coordinar, organizar, planificar, discutir y colaborar. Un espacio temporal de dos horas, los jueves por la mañana, sin alumnado en el centro, permite estas oportunidades de encuentro cada semana. Tiempo también para atender al alumnado que, por diferentes razones sociales y/o políticas, tienen dificultades con el idioma noruego.
Un centro que cuenta, dentro de su plantilla permanente con psicólogos, enfermeras, oficina de empleo y otras tantas maravillas. ¿Por qué? Porque hay un cuidado de su alumnado, quieren y necesitan saber que su alumnado tiene todas las necesidades cubiertas y trabajan por y para ello.
Me preguntaba un profesor noruego en la despedida qué era lo que más me había impresionado del centro. Me sigue sorprendiendo la suerte que tienen. La suerte de poder contar con todas estas facilidades hace que me pregunte cómo serían nuestras vida docente si tuviéramos las mismas oportunidades. Cómo sería si lográramos la organización, la calma, la flexibilidad de su sistema educativo, que busca siempre el cuidado y la motivación de su alumnado; la oportunidad para poder organizar los tiempos y los espacios de los centros educativos, dando lugar nuevas encuentros. Cómo sería si…mientras tanto, seguiremos trabajando y soñando…